Los problemas sensoriales son una característica común en las personas con trastorno del espectro autista (TEA). Entre estos, los problemas sensoriales auditivos son particularmente prevalentes (aunque no se de en todos los casos ni de la misma manera) y pueden tener un impacto significativo en su vida diaria. La alta sensibilidad auditiva, también conocida como hiperacusia, es uno de los desafíos más comunes y puede manifestarse de diversas maneras.
¿Qué es la hiperacusia?
La hipersensibilidad auditiva, también conocida como hiperacusia, es una condición en la que los sonidos cotidianos se perciben como excesivamente fuertes o desagradables. Para un autista, un ruido que para otros puede ser tolerable, como el timbre de un teléfono o el ruido de un motor, puede resultar doloroso o angustiante. Esta hipersensibilidad puede llevar a reacciones intensas, como cubrirse los oídos, bloquearse, llorar, gritar o intentar escapar del entorno ruidoso y puede ser incapacitante.
Causas de la alta sensibilidad auditiva en el autismo
Aunque la causa exacta de la hipersensibilidad auditiva en el autismo aún no se comprende completamente, se cree que está relacionada con diferencias en el procesamiento sensorial del cerebro. Las personas con autismo pueden tener dificultades para filtrar y procesar la información sensorial, lo que lleva a una sobrecarga sensorial y a respuestas emocionales y conductuales intensas.
Cuándo o dónde se puede desatar la hiperacusia en el autismo
Aunque puede haber momentos más o menos sensibles, la hiperacusia está presente en el día a día de algunos autistas. Si bien, puede haber algunos lugares o eventos que desencadenen reacciones especialmente fuertes:
- Ruidos de electrodomésticos: Sonidos cotidianos como el zumbido de una aspiradora, el pitido de un microondas o el sonido de una licuadora.
- Ambientes escolares: Las escuelas pueden ser entornos particularmente desafiantes debido a la variedad de sonidos presentes. El timbre de la escuela, el ruido de los compañeros de clase, y los sonidos de las sillas moviéndose pueden ser abrumadores.
- Eventos sociales: Las fiestas de cumpleaños, los eventos deportivos y otros encuentros sociales pueden ser extremadamente difíciles. El ruido de la música, las conversaciones simultáneas y otros sonidos pueden resultar en una sobrecarga sensorial.
- Cines y conciertos: Aunque las personas autistas suelen disfrutar de la música y el cine especialmente, pueden encontrar el ruido demasiado alto.
No obstante, cada cerebro autista es un mundo y pueden darse todo tipo de sensibilidades. En este sentido queremos destacar un caso real que nos parece muy interesante.
Un ejemplo de sensibilidad auditiva en un adulto autista
Un adulto con un grado 1 de autismo nos comentó su caso de sensibilidad auditiva y nos llamó mucho la atención porque nos parecía que tenía muchos matices interesantes. Quizás lo más llamativo que nos contó es que necesita tener el mando de la tele todo el rato en la mano y bajar y subir el volumen 1 o 2 puntos todo el rato porque pasa continuamente de estados de "está tan alto que me molestan los oídos" a "no oigo ni lo que están diciendo", con la molestia que eso genera al resto de la familia. Del resto de su perfil sensitivo podemos remarcar:
- Umbral muy extremo cuando ve la tele (como hemos comentado en el párrafo anterior).
- Al cine tiene que ir con tapones para los oídos para los primeros minutos de la película, pero luego se los puede quitar sin problema. Comenta que es como si necesitase adaptación y sus oídos progresivamente aceptasen el volumen tan alto.
- En conciertos nunca ha tenido problemas de sensibilidad.
- En reuniones colapsa cuando hablan más de dos personas a la vez y siente un "efecto túnel" donde oye voces pero "son ajenas a él" y no entiende nada.
- No soporta los eventos deportivos.
En la observación que hace de sí mismo nos comenta que cree que el problema son las voces. En los conciertos se centra en la música y en la voz del cantante, y como ya sabe lo que viene, puede estar "sensorialmente relajado" y disfrutar sin preocuparse por entender o interpretar los sonidos. En el resto de situaciones, que necesita escuchar e interpretar las voces, cree que ese "esfuerzo" por escuchar voces y entenderlas le hacen tener que afinar mucho más los oídos y por eso le duelen tanto los sonidos altos o sufre ese "efecto túnel" cuando son demasiadas voces a la vez. Respecto a los eventos deportivos nos remite precisamente ese problema, demasiada gente gritando, animando e insultando a su alrededor, no puede inhibir esas voces y son "demasiado" para él.
Volviendo al tema de la televisión, nos comenta que es el mismo patrón, por ejemplo, viendo películas y series, cuando hay diálogos, tiene que subir siempre el volumen, pero si el diálogo es interrumpido por disparos o sonidos típicos de acción, esa entrada brusca de ruido le "duele" y tiene que bajar inmediatamente el volumen. Al revés le pasa igual, si en medio de un tiroteo o explosiones los actores hablan, necesita subir el volumen porque si no no les entiende. También nos comentaba que, el poner subtítulos suele ayudarle porque puede tener un volumen más bajo que le permita no sufrir en ciertas escenas, pero entender las conversaciones con menos esfuerzos, eso sí, siempre que los subtítulos esté perfectamente sincronizados y las palabras sean literalmente lo que los actores están diciendo.
Los problemas que crea la alta sensibilidad auditiva en el autismo
La hipersensibilidad auditiva puede tener un impacto significativo en la vida de un autista. Algunos de los desafíos que pueden enfrentar incluyen:
- Dificultades sociales: Puede dificultarles participar en actividades sociales o hacer amigos.
- Problemas en la escuela: Pueden tener dificultades para prestar atención en clase o participar en actividades grupales.
- Ansiedad y estrés: La constante exposición a sonidos desagradables puede generar ansiedad y estrés crónicos.
- Aislamiento social: En algunos casos, las personas con hipersensibilidad auditiva pueden retirarse socialmente para evitar situaciones ruidosas.
Como mejorar la calidad de vida en casos de hiperacusia en el autismo
Existen varias estrategias que pueden ayudar a manejar la alta sensibilidad auditiva en niños autistas:
- Auriculares con Cancelación de Ruido: Estos pueden ser útiles para reducir la exposición a ruidos fuertes y permitir que el niño se sienta más cómodo en entornos ruidosos.
- Terapia de Integración Sensorial: Trabajar con un terapeuta ocupacional especializado en integración sensorial puede ayudar a los niños a desarrollar una mayor tolerancia a los sonidos.
- Ambientes Tranquilos: Crear espacios tranquilos en casa y en la escuela donde el niño pueda retirarse cuando se sienta abrumado puede ser muy beneficioso.
- Comunicación y Educación: Educar a los familiares, amigos y maestros sobre la alta sensibilidad auditiva y cómo pueden apoyar al niño es crucial para crear un entorno comprensivo y adaptado a sus necesidades.